El otro día celebré un cumpleaños muy especial: el que me recuerda el inicio de mi trayectoria en esto del copywriting.
El tiempo vuela y ya han pasado 2 años desde que me dedico profesionalmente a ser copywriter. Esta onomástica me ha hecho reflexionar y me he dado cuenta de que aún hoy me cuesta que la gente entienda lo que hago.
Para empezar, el “palabro” no ayuda.
Lo primero es que es en inglés y si juntamos copy con writer lo único evidente es que algo tiene que ver con escribir. Porque lo de copy… ¿copiar? ¿Copiamos y escribimos? Va a ser que no…
Por lo tanto, no de extrañar que, salvo contadas excepciones, cuando digo que soy copywriter lo normal es que la respuesta sea: “copy ¿qué?”.
Es cierto que los últimos tiempos la palabra se ha ido popularizando al margen de los sectores del marketing y la publicidad, pero los que nos dedicamos a esto aún tenemos que hacer una gran labor para acercar más nuestro trabajo al gran público.
¿Es el copywriting algo nuevo?
Si “googleas” copywriting encontrarás infinidad de definiciones.
Yo he cogido un poquito de allí y otro de allá y he creado una que creo que explica bastante bien a lo que me dedico:
“El copywriting trata de encontrar las palabras adecuadas para despertar la emoción en tu cliente y generarle un deseo de compra del producto o servicio que tú ofreces”.
Es decir, el objetivo principal es lograr una venta.
Sé lo que estás pensando… “pero esto, ¿no se lleva haciendo toda la vida?”
Pues ahí es justo donde quería llegar. ¡Así es!
El término se ha ido extendiendo poco a poco con el auge de Internet pero podemos decir que los copywriters existen desde el origen del mercadeo.
Siempre hemos tenido que comunicarnos para vender lo que ofrecemos y los principios y características de un buen vendedor no se han modificado a lo largo de la historia. El medio ha cambiado pero la esencia permanece intacta.
La persuasión es la base se la venta y siempre ha estado con nosotros: persuadimos para conseguir lo que queremos, sea que nuestra pareja haga algo ? o vender nuestro producto.
La profesionalización de este servicio llegó con las agencias de publicidad.
Los copywriters trabajaban codo con codo con los directores creativos en los textos para anuncios, cartas, panfletos… El copywriter era un profesional especializado en crear conceptos creativos y redactar textos persuasivos para enamorar y atraer al lector.
Es decir, lo que todos conocemos como redactor publicitario. Si has visto Mad Men sabes de lo que hablo.
¿Cualquiera puede hacer copy?
No te equivoques. Que el copywriting no sea nuevo no quiere decir que no sea importante.
Aunque me remonte al pasado para decirte que es una figura que viene de antaño, esto no quiere decir que utilizar las palabras adecuadas para conseguir un propósito sea fácil.
Un buen copywriter es imprescindible para la captación y fidelización de clientes. Y para ser bueno hay que formarse mucho y escribir mucho más.
Para que me entiendas, es un poco como dar un buen discurso: todos sabemos hablar, pero ser un orador brillante de los que no aburren a la competencia… eso es otro tema.
La principal función del profesional del copywriting es la de generar contenidos creativos, algo muy demandado hoy en día en el mundo digital. No solo se trata de escribir bien, elaborar un texto correcto y que funcione, sino que ese texto también tiene que ser fresco, en ocasiones divertido y, sobre todo, emocionante.
Pero lo cierto es que estas características que tiene que tener un buen copy en la era digital son las que desde los comienzos han sido básicas. Porque sí, en el mundo offline, es decir, el mundo real, el copywriting está por todos los sitios.
En ocasiones veo copy… Ejemplos de copywriting en la «vida real»
Los que nos dedicamos a esto y como clara deformación profesional, vamos por la vida buscando ejemplos de copy.
Y te puedo decir que mire donde mire, los encuentro.
¡Aunque no siempre son buenos! Pero sí, el copywriting está muy presente: marquesinas de autobuses, escaparates, restaurantes, productos que tenemos en casa…
Vamos con unos cuantos ejemplos reales (tan reales como que las fotos son mías, ya lo siento por la calidad).
➡️ Los buenos deseos en las Tortas de Aceite de Inés Rosales
Fijate en el mensaje: “Les deseamos un buen día y que disfrute este momento de reencuentro con lo auténtico”.
Puedes pensar que el mensaje es demasiado simple, pero yo creo que en esa sencillez reside su valor.
¿A quién no le gusta que te deseen un buen día cuando estás empezando la jornada? ¿Y quién no se relame después de comer un dulce de los de “toda la vida”?
Creo que no se puede decir más en solo 15 palabras…
➡️ La despedida graciosa de GoikoGrill
“Si te chupas los dedos ¡te las llevas de recuerdo!”. La ironía, el humor, los dobles sentidos… bien usados son un valor seguro. La conocida cadena de hamburgueserías apostó por este recurso en sus toallitas. El mensaje lo tiene todo: breve, directo y simpático. ¡Un acierto!
➡️ El vino viral de Chimo Bayo (Bodegas Arráez)
¡No he podido resistirme! La etiqueta de este vino se convirtió en viral en muy poco tiempo pero ¿no crees que lo merece?
Quizá me ha tocado más la fibra por dos motivos:
- Soy de la generación del Hu-ha de Chimo Bayo.
- He estado muy en contacto con el mundo del vino por lo que sé lo aburridas que pueden llegar a ser las etiquetas.
Cuando esta llegó a mis manos no puede más que soltar una carcajada para después añorar los tiempos del Hu-ha. Sentí emoción, una de las bases del copy.
➡️ El Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Galicia tocando la fibra sensible
Paseando por las calles de Ourense me encontré… “Los impuestos te pueden dejar LOCO”. ¡Directo a un punto de dolor!
Porque todos nos trastornamos con los impuestos. Además, en este caso el gancho está en el tamaño de letra de la palabra “loco” y el color. Su significado es lo suficientemente potente como para que con una letra desproporcionadamente grande con respecto al resto, el cartel llame a atención.
➡️ El chapista de mi pueblo: Dr. Basi
Y también por la calle, concretamente por la de mi pueblo, llevo años viendo esta maravilla:
“Doctor Basi, el dermatólogo de tu coche” Solo puedo decir, ¡olé!
Es un vehículo de cortesía de un taller de reparación de coches que, desde mi punto de vista, hace una similitud muy acertada con un mundo con el que nada tiene que ver como es la medicina.
Pero, ¿verdad que sabes perfectamente a lo que se dedica?
Pues eso, que esto es copy y él ya lo usaba antes de que yo misma supiera que existía (o lo que era) el copywriting.
¿Qué diferencia hay con el copywriting online?
En todos estos ejemplos la intención es la de conseguir una reacción.
A veces se trata de una clara llamada a la acción con el objetivo directo de vender.
En otros, el propósito es generar expectación y curiosidad por el producto.
Pero, a la postre, el objetivo a lograr es el mismo: vender.
No te descubro nada si te digo que hoy en día quien no está en Internet no existe.
Aunque tu negocio sea local es imprescindible que tengas presencia online porque vas a llegar a mucha más gente.
Es cierto que la oferta es inmensa y que la competencia es feroz pero, precisamente por eso es tan importante el copywriting.
Te garantizo que si lo haces bien obtendrás grandes resultados.
¿Vamos a la caza de copywriting offline?
Como ya vimos en ese post el copywriting que más brilla es el que se hace online. Son muchos los motivos pero principalmente porque el público es infinito.
También, porque en el copy en Internet entran en juego otros factores como saber posicionar los textos en los buscadores, para lo que es necesario conocer las palabras clave, conocer la tasa de conversión etc.
Con estos conocimientos, el copy ofrece posibilidades infinitas. Para echarte una mano, estamos los profesionales que nos dedicamos a esto. Así que no lo dudes y contáctanos.
Personalmente, estaré encantada de ayudarte. 😉
Ahora cuéntame ¿has visto copy «del bueno» por la calle? ¡No te olvides de mandar foto!
Genial, Berciana. Orgullo de mi tutora. HU-HA
Mil gracias, María Dolores <3